miércoles, agosto 17, 2005

La fuente de los deseos: Todo al revés

Tan reventado el contenedor, ha estado expuesto al clima... una nube que tiene el número trescientos treinta tan sólo dejo caer una llovizna, el balde se resquebrajó y se desplomó; el cielo corría y yo contando las nubes, hay muchos seres sobre ellas haciendose el amor.

Trozos que levanto para pegar, pienso en las nubes que van solas o con un solo ser ¿Qué hace la soledad allá?, algunos parecían felices y emocionados jugando con los alados pardos otros contando los baldes que sostienen sus lagrimas...

''Hace tiempo que que vengo pensando dejar todo, quizá sea lo mejor...''
¡Bah, palabras!

Esos pedazos tienen mucho de lo que significa la nada dando vueltas, sí muchas partículas que hacen la nada...
Engomando estas piezas...

El número de las nubes está en tu caligrafía, desde hace rato que lo he dejado ahí.

Ya está el balde recostruído.
¿Todo seguirá igual?


A mí me entristece que algunos no puedan dar un paseo sin caer y caer justo en el patio donde está lista mi fuente que recicla la lluvia.