viernes, octubre 21, 2005

Aire

Cuando pronto vuelva a verle traerá una experiencia de esas grandes que se comparten o se enseñan,
y su ánimo estará como en ése momento el mar calma y hablará con el color de luz: flourecente.

Yo pienso en todo lo que és y me gusta que este creciendo tanto... como siempre,
con su corazón de magía que tiene.

Podría ser que me pida sentarme y me dibuje un solo deseo que me hubiera regalado siempre.

Puede ser que me escuche dos días enteros y terminé abrazandome y mirandome con el calor que traerá del lugar de donde vive ahora.

No sé si me encontrará cambiada quizá,
Lo que sí encontrará igual en mí en la terrible y escabrosa contradicción...
Que sigue,
desde antes de que se fuera
en mí estaba y
Que me provoca tantos inusitados reflejos que castigan la soledad de las palabras con las que solía ir a su cuarderno que dejaba a propósito en la mesa de nuestra habitación

y el libro que marcaba con nuestras letras claves para poner todo en su lugar pero que yo ponía más atención en la clave del infinito porqué ahí estaba una huella de por donde había pasado.

Pero es tanta la lejanía que se vuelve borroso