I Parte

Galicia se perdío cambiando el rumbo, de pronto ya no lo vieron más; subio a otro colectivo y ya no pudieron ver sus cabellos
,no me contó que fué un asunto más de aventura que de desición.
Pero eso ya lo sabía, bueno lo sabía el doctor que lo diagnosticó.
Yo lo esperaba del otro lado de la ciudad me había mensajeado al celu diciendo que no tardaba para encontrarse con nosotros, así que estabamos sobre la acera perdiendo el tiempo, riendonos de puras estupideces que se le ocurrian al fobico de la cuadra: malos chistes, sentencias y especulaciones todos sin un sustento o inventado; que más daba el objetivo es importunar.
Me dí cuenta que no lo tolero.

Yo quería ir a la fiesta del barrio a encontrarme con todos, con las niñas que se escapan del horfanato se disfrazaban y las monjas les sirven el ponche con alcóhol, quería estar con el 'junior rebelde' ¡que risa!... Quería ver al grupo de coréografos que viven en el últmo piso del edificio morado, siempre tienen mil historias que contar, son los únicos que salen de ésta area prohíbida, son los unicos que llevan y traen mil historias en sus bolsos gigantes,
La tarde se iba acabando y yo queriendo correr de ahí, no me gusta estar frente a ése y todos que riendose sin animos.
Por fin
Galo se acerca,

Llegó caminando lo más aprisa que pudo, me dijo que decidió cruzar la calle saltando las bardas (rec) yo lo ví que brincaba de una barda,
—¡Qué loco!
—¡Qué simple!
—sí, lo que sea pero largemonos ya de acá

Y en eso se freno, me detuve, lo ví, sin verme su cara se transformó...
Quedó hechizado,
—¡Qué bruto!
—¿Quién es?
—lo tendrás que averiguar tú, de hecho tampoco te quita los ojos de encima, pobre amigo... ¡Y venías a divertirte!

Ya en en camino me encontré a alguien que platica mucho con Galo, me contó de cómo planeo venir, de que no lo planeo, de que lo decidio y no supuso los peligros, de lo seguro que estaba, de la risa que le daba tomar precauciones,
Me pregunto, siempre me pregunto ¿por qué éste hombre cuanta todo lo que con Galo platica?