No

El hongo había invadido toda la casa, el olor naúseabundo los corría como sobresaltos como injurías... Forcejeando para que no se les cerrará la puerta consiguieron la 'bienvenida'. La alfombra había sido devorada
Los pocos años con los que habían hecho planes y la confianza de haber echado ríaces estaban sepultados; la prisa con la que habían ido a esconderse estaba volteada de nudos de tanta risa, escarnio y demás locuras desaforadas
Habían huído pero con el boleto de regreso en el bolso del saco... ¿a qué regresaron, a qué...?
'a dejar las maletas también', dijeron
La casa que guardaban en el sur de la ciudad; otra familía de hongo había casi dejádo el mismo cuadro de hace unos días.
Los inquilinos saltaban sobre el inhodoro y por las noches se volvían hormigas y comían de los muros.
Qué importa, la madre de uno de ellos llamó al decorador de interiores y ya está listo el presupuesto... Total, se invierte en un inmueble, dicen que no hay manera de perder en esa inversión. Todo es ganancia...