Somos imposibles
Me quede recargada de costado sobre el muro, de pie mirando por la ventana lo de siempre y lo que nunca volvería a estar fuera...
El desaliento se coló entre las percianas. Como un verdadero beso porque llegando a mi boca develo su nombre y también me nombro, entonces descanse de escuchar lo que se alejaba y lo que miraba irse, cesando de apretar los dientes de hielo sin fé.
El desaliento se coló entre las percianas. Como un verdadero beso porque llegando a mi boca develo su nombre y también me nombro, entonces descanse de escuchar lo que se alejaba y lo que miraba irse, cesando de apretar los dientes de hielo sin fé.
2 Comments:
Hola... Va invitación a la nueva bitácora...
¿Por qué nos gustarán tanto los imposibles...?
Publicar un comentario
<< Home