jueves, febrero 23, 2006

veintidos febrero, seis pm

No quiero discutir ni borrar ni improvisar tantas veces como si te explicará y al instante cambiaras el título de esta tarde
Pues he tenido la suerte de consultarlo con algunos buenos amigos
Por lo tanto ni recurriré a la psicología inversa
Y también recuerda que el vaso de agua no sirve para simular el azúcar que nos separaría de ésta charla
Simple y sin encantamientos

Si, lo acepto son tantas citas que no he llegado a la hora acordada que quise darte una sorpresa y luego ya te habías ido
Que rompí varías veces tus huellas de la nieve de tu ausencia
Que tampoco me importo hacer algunos ruídos con la guitarra

Pero todo eso por las noches me lo perdonabas

Creo ahora que el sentido de la mesa y el quiosco no son de verdad que son de papel y que los has traído tú

Porque entiendo que todo era mentira todos tus perdones y todos mis juegos
Pues sé qué es el poder que te he concedido

Hace unos días descubrí que me gusta accionar el acelerador y dar dos o tres vueltas a la plaza donde quedábamos en vernos…
aveces lo hago para saber si la plaza es origami y otras sólo por sentir el viento

jueves, febrero 16, 2006

Nada de nombres ¿verdad...?

Esperabas y mirabas alrededor, te has quedado con el cigarro en la mano porque no pudiste encenderlo pues llegó muy a tiempo y con un buen paso.

La noche no se dibuja oscura
La luna no cae, ni se captura

La calle ha sido de terciopelo pues dejaron algunos pétalos de rosas, éstos días de muchas peregrinaciones.

miércoles, febrero 08, 2006

Un café y un gato

Un cuadro: Un perfil nostálgico con audifonos y una camiseta blanca impecable ceñida y un jeans más gris que azúl.
Volteé, quería ver que brisa le besaba...
pensé: y como juega con su cabello
(mmh, ¿quién iba a decir que pronunciaría esa frase?...ja)
Entonces ya no pude esperar más y comencé a numerar los escalones
Uno
la gargánta seca
Dos
Tres
Ma falta el aliento
Cuatro
*
Cinco: La noche estuvo larga y en silencio las luces de los carros animaban unas notas que dejó el incienso suspendidas en el techo, bajan por las paredes...
¿contarlas?
¿ya cerca de mí?... no
no, no... mejor escucharlas:
viento, anden... ráfaga...
qué música, como si fuera una historia rumiando un triste final.
como un gato entre tus pies o tus zapatos

Qué música...
llega a las entrañas
así como cuando pretendes dejar pasar el tren y sentarte en la banca para ver como florece el sol o como se marchita hoy...
entonces recobras el trazo del plan; pasarla mejor es la opción

jueves, febrero 02, 2006

Intuición

Mientras hago la colección de nuestra paciencia.
Mas mía que tuya dada.
Voy estructurando usando escuadras, escalimetros y luz neón, la casa para contarte sobre mi café cuando lo bebo, la sensación de estar de nuevo en éste tu mundo raro, mío también pero menos.

Contarte
(Bueno no, la verdad es que me pronunciaría con fuerza por verte más tiempo) y escucharte también
Que mietras yo te robó la palabra tambien te robaría el lugar en que estás escuchándome y sólo por estar ahí, en tu lugar
Y entonces yo me callaría y vería tu mundo escondido y todo tu mundo mágico que es mió también pero más tuyo.
Y despúes al descansar
Te vería así como siempre tuve la intuición de tí y que tú has dicho hoy, hace ratito.

miércoles, febrero 01, 2006

Las estancias

El sumar el tiempo en que nació el brillo
o hablar acerca del nudo que siempre calla la boca, con el que luces indolente e incrédulo

la cantante sentada a lado de la guitarra
y un cierto sentido de conciencia vespertina hace un sonido respetuoso
Pero no es coherente lucrar con sonetos que alguna vez creíste ocultos.
No puedes comprarlos
porqué ahora sabes que puden crear el baile más conflictuado que has visto en alguna función presentada en el teatro de la ciudad.


PD: te echo de menos LL